¿Para qué cristalizamos?

Jun 3 / Anamaria Aristizabal
Algunos de nosotros recordaremos las clases de ciencia en nuestra época escolar, que a ciertas temperaturas, los líquidos o gases se vuelven sólidos. Esto parece magia, como algo se transforma en otra cosa y adquiere solidez cuando antes no la tenía. Uno de los cristales más llamativos es el cuarzo. Es increíble pensar que  la mayoría de los cuarzos eran magma.

La cristalización hace alusión a la capacidad de todos los seres de este planeta de interactuar con la materia, con el mundo físico y ser un agente de cambio en lograr que individuos y colectivos empecemos a materializar una nueva vida, un nuevo mundo. Tenemos esa capacidad de cristalizar una nueva realidad y la ejercitamos mejor en comunidad, para potenciar nuestras intenciones y mantener la motivación alta.

La cristalización nos ofrece un reseteo, una revaluación, un alto en el camino para re-calcular la ruta, un reconocimiento de lo que hemos hecho y realineación con nuestro propósito. Si has visto, todas estas palabras empiezan con “re”, que es el mismo de “Re-Visión de Vida”. Este “re” alude a la necesidad de parar y reflexionar sobre lo vivido, para re-visionar un nuevo ciclo.

Otro regalo de cristalizar con consciencia es la regeneración. Como agentes de cambio, buscamos un mundo regenerativo, justo y pleno. La regeneración empieza en cada uno de nosotros. Aprendiendo de los ciclos de la naturaleza, vemos qué hay periodos de actividad y periodos de descanso. Estos descansos son momentos para compostar las vivencias, convertirlas en abono y a partir de ahi, hacer una nueva siembra en suelo fértil. Así lo que hayamos vivido sea literalmente una caca, todo eso entra al ciclo natural de transformarse en nutriente para lo que sigue.
El proceso de preparación para la cristalización está orientado a lograr ese compostaje. Empezando por soltar lo viejo a través del perdón y de agradecer todo, podemos extraer los aprendizajes de lo vivido y retomar nuestro poder. Esta preparación nos ayuda a hacer un inventario de las vivencias y así encontrar su sentido y su alimento. Soltamos interpretaciones y versiones obsoletas de los sucesos y la nueva historia nos da ánimo.  Así todas nuestras vivencias se vuelven abono para lo que sigue. Nos liberamos de cargas y regresa nuestra fuerza de vida.

El alimento, ese abono que logramos en ese compostaje, nos deja una nueva perspectiva. Tenemos una nueva mirada, vemos las cosas con nuevos ojos. Nos abrimos a apreciar nuestros logros de nueva manera, cada paso que hemos dado es valioso, y nos motiva celebrar. Ojalá que esta celebración sea en tribu, ya que así tiene mucho más significado. Nos lleva a agradecernos a nosotros y a quienes nos han apoyado en el camino. Nos lleva a agradecer nuestras fuentes de sabiduría y reconectar con ellas.

Esa nueva forma de ver, esa nueva perspectiva, nos impulsa a cristalizar. El agradecimiento y aprecio nos abre a un mundo de posibilidades que no estaba presente antes. Posibilidades para mí y para el mundo, que nos emocionan y motivan. Posibilidades que acentúan la sensación de pertenecer a algo más grande. A partir de ahi vemos oportunidades concretas que nos llaman directamente. Nos atraen como un imán; queremos comprometernos y contribuir con todo el corazón.

Dicen los sabios que tenemos dos despertares. El primero es a la vida. Es el despertar de aprender a cuidarnos, atender nuestras necesidades básicas de salud, bienestar, y sustento económico. El segundo despertar es el llamado a activar y expresar tu genialidad única, tu propósito particular al que viniste. Es un despertar del alma. Al hacer esto, nos acercamos a la Eudaimonia, lo que los griegos consideraban la máxima realización del ser humano, cuando ponemos nuestros talentos al servicio del mundo.

Este llamado nos lleva a una acción inspirada, que es justamente la cristalización, el traducir nuestras intenciones y propósitos a la práctica y convertirlos en frutos a través de un plan de acción. Este plan de acción parte de tu visión, que lograste en el taller inicial de Tu Proyecto de Vida. También incluye los apoyos que vas a necesitar. Nada significativo se logra en el vacío, se logra con una variedad de apoyos que empezamos a visibilizar y cultivar.

La ecuación de la cristalización es:

Cristalización = Visión + Acción + Apoyos.

Esta cristalización es un fractal de ese nuevo mundo que quiere emerger. Cada uno de nosotros, en su proceso individual, es un microcosmos de esa nueva humanidad que está surgiendo y que se puede ver en la cristalización de cada intención iluminada, de cada uno de nuestros frutos concebidos y sembrados con sabiduría.

El resultado es una cosecha abundante de frutos y de logros alineados con algo profundo, con un propósito individual o colectivo, que hace que esos frutos sean especialmente nutritivos. A su vez la cosecha nos invita a compartir y convertir la vida en una fuente constante de celebración.  Te invito a que te unas al ciclo bi-anual de cristalizaciones que nos mantiene ejercitando nuestro poder de materializar nuestras visiones y cada semestre celebrar en grande tu impacto en el mundo.

Inscríbete a la próxima cristalización acá que será el próximo 27 de junio.
Created with